Cuando comencé está serie de entradas a principios de año, con el invierno recién llegado, no sabía cómo iba a terminarla. Bueno, sabía que las estaciones son cuatro, y que no hay más. Sabía que, una vez llegado el otoño, la cosa se acababa para volver a empezar de nuevo: esto es un ciclo.
Pero no voy a volver a escribir sobre las cuatro estaciones. Vengo a acabar lo que empecé, que no es más que otro comienzo nuevo.
Y termino (o empiezo) con una pregunta que se me ocurre: ¿No te da la impresión de que el otoño en fantasía está desaprovechado? Puede que no haya leído tanta fantasía como tú, pero en general tengo la sensación de que el otoño, como estación y como metáfora, está un poco dejado de lado.