Perdernos es fácil. A pesar de los mapas, los caminos, los guías y las señales de todo tipo, perderse es lo más fácil del mundo. A veces perdernos queriendo, aunque eso es aún más difícil todavía.
Para perderse uno sólo debe andar mucho en cualquier dirección. También puedes perderte dando vueltas, pero avanzar hacia alguna parte, sobre todo si esa parte está lejos, yo diría que es un método casi infalible para perderse de una manera bastante eficaz.
Es probable que yo mismo me pierda escribiendo esto porque: primero, estas cosas las escribo sin pensar y sin revisar (como hago casi todo en la vida, lo cual explica una enorme cantidad de cosas); segundo, porque no tengo muy claro cómo voy a decir lo que quiero decir: lo que quiero decir sí lo tengo claro: por ejemplo, la foto de portada será un niño en el monte (si la encuentro en los bancos de fotos), o tal vez sea otra… ¿ves? ¿ves que fácil es perderse?
Y tercero, estoy escribiendo mientras oigo música, cosa que nunca hago porque no puedo. La gente que puede escribir escuchando música me parece una especie de ser superior. No es exactamente que los adore, no, porque adorar así a lo loco (o a lo cuerdo) es también una forma eficiente y estúpida de perderse.
Así que vamos a retomar esto, o a perdernos del todo. Vaya, que es lo mismo al final. La frase anterior no tiene sentido, pero la dejo que hace bulto. Las cosas en la vida que simplemente hacen bulto a veces son interesantes, a veces cumplen incluso alguna función (si eres de los que se emociona con que las cosas sean funcionales) Mira a ver los bultos que hay por ahí en tu vida, desde ese libro que no tiras hasta esa idea o ganas de hacer algo que no se va. Lo mismo te ayuda a perderte un poco más.
Me encanta a frase «mira a ver«.
Bueno, que me pierdo.
A ver si eres capaz de seguirme. Lo que estoy oyendo mientras escribo es a Madonna, su concierto «The Girlie Show«. En concreto, «Rain» y «Express Yourself«. La puse para hacer ejercicio antes de la clase online de un curso sobre el uso de ayahuasca en psicoterapia que estoy haciendo. Siempre he dicho que Madonna es mi animal de poder, aunque a veces digo que mi animal de poder es el ser humano. Y pensando en eso he llegado a una revelación que lleva años brillando, y es que una y otra vez cuado me siento perdido vuelvo a cuando era más joven, los 17, como si ahí se cortara algo y el resto de mi vida, hasta mis flamantes 49 actuales, fuera sólo en el fondo un intento de buscar ese algo perdido.
Ahora suena «Deeper and Deeper«
Y hoy ando perdido, pero no sé si mucho. A veces no estamos tan perdidos, solo que no estamos mirando, no prestamos atención.
«Mira a ver» (uy, esto se escribe sólo, soy un portento)
Me tengo que dar prisa que el curso empieza a las 7 y son las 6.54
Estoy perdido porque quizás haya errado el camino durante mucho tiempo. Porque esta semana dejo la universidad y vuelvo a mi anterior trabajo, en teoría como un movimiento temporal. Pero a saber, que uno se pierde… Y entonces juntando todo esto aparece la imagen de un niño (yo mismo, para qué vamos a ir más lejos no sea que nos perdamos) y todo encaja (más o menos, sin apretar mucho): cuando te pierdes es una suerte, porque lo mismo llegas a un sitio que ni buscabas ni esperabas. No, no es esto exactamente, Estoy llegando al final y me pongo nervioso. Y el curso a punto de empezar, y Madonna dándolo todo en el concierto de 1993.
¿Por qué el niño? ¿Ves lo que cuesta seguirme? Normal que te pierdas, me pierdo hasta yo. Pues porque me he dicho: ¿ahora qué? A partir de este momento, nuevo ciclo y todo eso, ¿qué hago? Y como estaba perdido pues he saltado a donde parece que hay una fuente de poder, un animal de poder si quieres (no Madonna, que también) sino yo de niño. Ese algo, brillo en los ojos, alegría, inocencia, lo que sea. Tú también lo tienes, no sólo yo. Pues he saltado a ese momento…
Empieza «Why is it so hard«. No llego al curso…
Y en esa pérdida aparente, que quizás todas lo son, mi mente o lo que sea va y busca donde cree que puede nutrirse para lo que está por venir. Y lo que esta por venir es ahora. Ya desvarío, me pasa al final
El caso es que me he perdido, y me encontrado a mí de niño.
Hay algo puro, una fuerza incorruptible, dentro de ti, en alguna parte de ti. Piérdete y encuéntrala.
Viva Madonna y viva la ayahuasca.
2 respuestas
Sí es que a veces no hay nada más efectivo que perderse para encontrarse. Me ha encantado el texto, me llevo muchas cosas, pero, sobretodo, que tienes que escribir más porque leerte es una maravilla y esto que has dicho: «cuando te pierdes es una suerte, porque lo mismo llegas a un sitio que ni buscabas ni esperabas». ¡Abrazos enormes!
Hola, María. Pues escribiré más, porque siente bien y si además te sirve y te llevas algo, pues mejor todavía. Escribir sin pensar es una alegría!