Seguro que has oído hablar del ego, en general, y del ego del escritor, en particular. Cada cual tiene su ego y por tanto existen un ego del mecánico, de la ingeniera, del amo de casa y del bailarín. Pero es el ego del lector de lo que quiero hablarte, por dos razones: una, porque del ego del escritor ya han escrito muchas personas antes que yo y quiero destacar; dos, porque nadie habla del ego del lector.
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